Llega un hombre a una tienda y pregunta:
– ¿Tienen tarjetas de San Valentín en las que digan: ¿Para mi único y verdadero amor?
– Sí, claro que tenemos.
– Pués deme ocho por favor.
Llega un hombre a una tienda y pregunta:
– ¿Tienen tarjetas de San Valentín en las que digan: ¿Para mi único y verdadero amor?
– Sí, claro que tenemos.
– Pués deme ocho por favor.