La profesora plantea un problema a los alumnos y alumnas:
-Atención, niños: hay doce ovejas en un prado. Seis saltan la cerca para ir a otro prado. ¿Cuántas quedan? Pepito levanta la mano, y antes de que la profesora pueda decir nada, exclama:
-¡Esta me la sé! ¡Ninguna!
-¡Pepito! -le replica la profesora en tono reprobatorio
-. ¡Eres un negado para las matemáticas!
-No, señora profesora
-se defiende Pepito-. Lo que pasa es que usted no sabe cómo son las ovejas: ¡donde va una, van todas!