Un marido entra en Victoria’s Secret para comprarle a su esposa un negligé transparente.
Le enseñan muchos modelos que van desde $250 hasta $500 — mientras más transparente, más caro es el precio.
Elige el más caro, paga los $500, y se lo lleva a su casa. Se lo presenta a su esposa y le pide que suba a las habitaciones, se lo ponga y le modele para él.
Arriba, la esposa -que no es ninguna tonta- piensa en voz alta: “se me ocurre una idea… es tan transparente que es como si no llevara nada. No me lo voy a poner. Haré el modelaje desnuda, lo devuelvo mañana y guardo la devolución de los $500 para mí”.
Hace su aparición en el balcón totalmente desnuda y adquiere una pose sensual.
El marido exclama, “Mierda… me costó $500 y ni siquiera lo plancharon!!!”
El tipo nunca oyó el disparo.
El velorio, de cuerpo presente, será el jueves a mediodía.