Un cirujano plástico que inventó un procedimiento de cirugía facial para eliminar las arrugas, se encuentra explicándoselo a una paciente.
– Mire señora, si usted está de acuerdo, le voy a instalar un tornillo especial sobre su cráneo que no se va a notar porque su pelo lo tapará. Cada vez que usted se vea una arruga, le da un cuarto de vuelta al tornillo y milagrosamente la arruga desaparecerá.
La mujer, entusiasmada por el fantástico invento le dice al doctor:
-¡Ay doctor, opéreme cuanto antes!
La cirugía fue un total éxito y la mujer se fue a su casa loca de alegría.
Pasaron los meses, hasta que un día la señora operada, llega agitada al consultorio, comentándole desesperada al doctor:
– Doctor, mire estas bolsas debajo de mis ojos… ¿De dónde salieron?
El cirujano examina a la señora detallada y meticulosamente por varios minutos, y al final le dice:
– Mire señora, esas cosas que tiene debajo de los ojos no son bolsas, son sus tetas ,… y si usted se sigue apretando el tornillo, dentro de poco va a tener barba