Era una vez, que un atlante toma un taxi en la ciudad de México. Lo para, se sube y pide que lo lleve al aeropuerto. Entonces, el taxista le dice:
– Oiga, yo soy muy bueno para contar chistes, el mejor.
Luego dice el atlante:
– ¿Así?, pues entonces demuéstremelo, cuénteme un chiste, vale.
Entonces el taxista dice:
– ¿Quién es el hijo de mi padre que no es mi hermano?
Y el atlante pensaba:
– ¿Quién es el hijo de mi padre que no es mi hermano? mmm no, no sé.
El taxista dice:
– ¡Pues yo!
– Ah, es verdad dice el atlante.
Entonces en el aeropuerto, el atlante se encuentra con otro atlante y le dice:
– Oye vale, yo soy muy bueno para eso de los chistes.
Y el otro dice:
– Pero vale, demuéstramelo.
– ¿Quién es el hijo de mi padre que no es mi hermano?
Y el otro pensaba en silencio y al final dijo:
– Me rindo, no sé.
Y le responde el atlante:
– Pues, el taxista mexicano que me trajo hasta aquí.