– Mamá, mamá, ¿tenés buena memoria para las caras?
– Sí, ¿por qué?
– Porque acabo de romper sin querer el espejo del baño, y desde ahora te vas a tener que maquillar de memoria
– Mamá, mamá, ¿tenés buena memoria para las caras?
– Sí, ¿por qué?
– Porque acabo de romper sin querer el espejo del baño, y desde ahora te vas a tener que maquillar de memoria