Había en un pueblo, UN GALLEGO exageradamente orgulloso de su mujer por haber tenido seis hijos, tanto que la llamaba CONTINUAMENTE Y A TODA HORA: “”madre de seis”».
Esto a su ESPOSA le molestaba muchísimo, y un día que se encontraban en una boda, el gallego le gritó a la esposa para que todos escucharan:
– ¿Ya estás lista para irnos madre de seis?
Con furia su esposa le contestó:
– Claro que sí, padre de cuatro.