Este era una vez que un señor llega borracho a su casa a las 4 de la mañana, y como no tenía llave se dirigió al patio de su casa, de repente ve que el perro de su casa tiene un lorito muerto en la boca, y el tipo dice:
– ¡Dios mío!, si es el lorito de la señora del lado.
Al señor le dio pena y puso al lorito en la jaula de la vecina y se acuesta a dormir. Al otro día se despierta y ve que su esposa está llorando y le pregunta:
– ¿Amor, por qué estas llorando?
Y le dice su esposa:
– Es que se murió la vecina del lado.
Y dice el esposo:
– Cómo va a ser, si ayer la vi bien y en perfectas condiciones.
Y le dice la esposa:
– Es que le dio un infarto esta mañana. Porque ayer había enterrado al lorito que se le murió y se le apareció en la jaula esta mañana.