Si la selección fuera una empresa española

Dirigida por Diaz Ferrán, por ejemplo -eso piensan en el blog de laboro-:

  • La prima por la victoria no la cobrarían los jugadores, sino los directivos.
  • A los jugadores se les diría que su premio consiste en seguir en la selección.
  • No se seleccionaría a los mejores jugadores en términos absolutos, sino a los mejores dentro de los que aceptaran:
    • Cobrar poco.
    • Entrenar mucho.
    • Que el entrenador les tratara con desprecio o en el mejor de los casos con indiferencia.
  • Cuando un jugador cometiera algún fallo en los entrenamientos, sería recriminado o incluso ridiculizado públicamente para que los demás supieran que quien manda, manda.
  • Si los resultados no fueran buenos, los jugadores tendrían que entrenar más horas cobrando lo mismo.
  • Si los resultados siguieran siendo malos, se empezarían a expulsar jugadores del equipo. Cada vez habría menos banquillo e incluso se llegarían a jugar partidos con menos de 11 jugadores y aún así se mantendrían los objetivos.
  • Los jugadores con graves lesiones serían expulsados del equipo.
  • Los jugadores con lesiones menores serían llamados cada dos por tres por una mútua contratada por el equipo, que no les daría ningún tratamiento y les diría que ya es hora de ponerse a jugar y dejar de hacer el vago.
  • Si el equipo empezara a jugar bien y a tener éxitos, la directiva subiría los precios de las entradas pero los jugadores seguirían cobrando lo mismo. Incluso se programarían más partidos para aprovechar el tirón.
  • A los jugadores les pagarían parte de su sueldo en dinero negro.
  • Sólo el entrenador y el capitán del equipo tendrían contrato para toda la temporada. Para cada partido se contratarían 10 jugadores temporales y si se lesionara alguno se contrataría a otro sobre la marcha.
  • Los horarios de los entrenamientos y partidos serían los que a la directiva les viniera mejor para su vida privada.
  • A los jugadores se les diría constantemente que cualquier espectador estaría dispuesto a ocupar su lugar.
  • Los jugadores cobrarían menos de lo que las propias normas de la Federación dijeran.
  • Si se vendieran menos entradas se bajaría el sueldo de los jugadores o algunos serían expulsados del equipo.
  • Los jugadores tendrían contrato de recogepelotas.
  • Casi todos los jugadores habrían jugado en varios equipos durante los últimos años y habrían pasado por varias etapas de meses o años sin jugar.
  • Si la liga en general no produjera beneficios o se sospechara razonablemente que los puede dejar de producir, se modificarían las reglas para que a los jugadores les pudieran quitar la mitad del sueldo a cambio de entrenar la mitad.
  • Expulsar a un jugador costaría menos si se vendieran pocas entradas.

Con lo que:

  • Muchos jugadores jugarían mal a propósito.
  • Muchos jugadores desearían que su equipo perdiera o, en el mejor de los casos, le daría lo mismo.
  • La gran mayoría de sus jugadores odiarían a su entrenador o bien les inspiraría miedo, risa o indiferencia.
  • Casi todos los jugadores estarían deseando cambiar de equipo o incluso quedarse sin equipo y cobrar el paro.

Deja una respuesta