El buque se hunde sin la menor esperanza de salvación. Unos gritan y otros rezan.
Pero allí se encontraba un catalán que mirando al cielo murmura: -¡Yo que había pagado ida y vuelta…!
El buque se hunde sin la menor esperanza de salvación. Unos gritan y otros rezan.
Pero allí se encontraba un catalán que mirando al cielo murmura: -¡Yo que había pagado ida y vuelta…!