En la farmacia:
-¿Tiene usted algo bueno para la caída del cabello?-Sí señor, póngase esto. Al día siguiente vuelve el paciente completamente calvo, gritando:
-¡Me estafó! Mire cómo me he quedado!
-Vamos hombre, no se queje, que me pidió algo bueno para la caída del pelo.