Un soldado está a punto de ser fusilado por desertor y clama: -¡No, por favor, no pueden fusilarme! -¿Por qué no, cobarde? -Porque estoy enfermo de la sangre. -Eso no importa, no te queremos ni para chorizos i para hacer morcillas. ¡Fuego!
Un soldado está a punto de ser fusilado por desertor y clama: -¡No, por favor, no pueden fusilarme! -¿Por qué no, cobarde? -Porque estoy enfermo de la sangre. -Eso no importa, no te queremos ni para chorizos i para hacer morcillas. ¡Fuego!