1. Recíclala. Quiere tu Planeta.
2. Arranca las páginas y cubre con ellas el piso de la jaula de tu canario.
3. Utilízala remojada para alimentar lombrices rojas californianas; estos anélidos la convertirán en algo más útil y ecológico: Abono orgánico.
4. Sáltate las partes religiosas y morales y sólo lee las partes pornográficas, como Ezequiel 23.
5. Distribuye biblias en países fundamentalistas islámicos, luego corre por tu vida.
6. Escribe comentarios apropiados y excepciones, subraya las innumerables partes raras, e ilustra los pasajes más bizarros, y distribuye tales biblias en iglesias, hoteles y bibliotecas. Para empezar sugiero subrayar con rojo e ilustrar Salmos 137:9 “Dichoso el que tomare y estrellare a tus niños contra la peña”.
7. Si tienes una Biblia de tapa gruesa y dura, úsalas para colocarlas en tus rodilleras para patinaje (especialmente si eres un roller malo, de esos que se la pasan cayéndose, y no quieres estropear una cosa de veras valiosa como las rodilleras).
8. Utiliza la Biblia como portavasos para tu cerveza. Trata que los rastros de humedad formen el rostro de Jesús (o de la virgen de Chiquinquirá).
9. Dásela a cachorros de rottweiler, bóxer, pastor alemán y labrador para que fortalezcan su mordida. Los harás muy felices.
10. Si alguna vez andas con tu Biblia en una noche fría y te da escalofríos e hipotermia, ¡quémala! ¿Quién dijo que la Biblia no podía salvarte?