Todos los chicos habían salido en la fotografía y la maestra estaba tratando de persuadirlos a cada uno de comprar una copia de la fotografía del grupo.
– Imaginaros qué bonito será cuando ya seáis todos mayores y digáis: ‘Allí está Catalina, es abogada’, o también ‘Ese es Miguel, ahora es doctor’.
Sonó una vocecita desde atrás del salón:
– Y allí está la maestra. Ya se murió.