El amigo no salía de su asombro y el colega le dijo:
-Ya basta, ¿qué es lo que te irrita tanto?
-Estoy muy cabreado tío. No te lo vas a creer pero.
¡tu mujer nos está engañando!
El amigo no salía de su asombro y el colega le dijo:
-Ya basta, ¿qué es lo que te irrita tanto?
-Estoy muy cabreado tío. No te lo vas a creer pero.
¡tu mujer nos está engañando!