Llega un señor bien borracho a su casa, y cuando va subiendo las escaleras se cae hacia atrás, cuando de repente siente algo muy caliente en las pompis y se acuerda que traía una botella en una de las bolsas de atrás del pantalón, como puede sube las escaleras, entra al baño, se quita los pantalones, se cura las heridas y se va a dormir.
En la mañana su esposa lo despierta y le dice:
– ¿Qué te pasó en la noche?
Y él le contesta:
– Pues la borrachera de siempre vieja
A lo que ella le dice:
– Pues mira que ahora si andabas bien borracho ya que llenaste el espejo del baño de curitas un poco más abajo de la cintura.