Había una vez, un borracho tomado cerveza en un panteón, y de pronto se le cae su cerveza y se pone a llorar.
Pero en eso pasa una señora que le va a dejar flores a su marido y ve al borracho llorando, y se le acerca y le dice:
– ¿Familiar?
Y el borracho le contesta:
– ¡No, de a litro!