Un candidato está en una entrevista de trabajo. El psicólogo le dice:
– Le voy a realizar un test final para su admisión.
– Perfecto, dice el candidato.
– Entonces el psicólogo le pregunta: Usted está en una calle oscura y ve a lo lejos dos faros viniendo en su dirección, ¿Usted qué piensa que es?
– Un coche, dice el candidato.
– Un coche es muy poco, ¿Qué tipo de coche? ¿Un BMW, un Audi, un Volkswagen?
– ¿Y cómo lo voy a saber ?
– Hummm…, dice el psicólogo, que continúa: le voy a hacer otra pregunta: Usted está en la misma calle oscura y ve sólo un farol viniendo en su dirección, ¿qué es?
– Una moto, dice el candidato.
– Sí, pero ¿qué tipo de moto? ¿Una Yamaha, una Honda, una Suzuki ?
– Pero si es una calle oscura ¿cómo lo voy a saber? (ya medio nervioso)
– Hummm…, dice el psicólogo. Aquí va la última pregunta: En la misma calle oscura usted ve de nuevo un solo farol pero más pequeño y percibe que viene más lento, ¿qué es?
– Una bicicleta.
– Sí, pero ¿qué tipo de bicicleta?, ¿una Caloi, una Raleigh?
– ¡¡¡No sé!!!
– ¡Ha sido Vd. descalificado! – Dice el psicólogo.
Entonces el candidato, medio triste con el resultado, dice al psicólogo: Aunque he sido descalificado, el test me ha parecido muy interesante. ¿Puedo hacerle una pregunta, en la misma línea de razonamiento? Y el psicólogo satisfecho responde, ¡claro que puede!
– Usted señor, está a la tarde casi noche en una calle mal iluminada. Ahí ve una mujer muy maquillada, con un vestido rojo muy corto, contoneándose y moviendo el bolso, ¿qué es?
– Ah! – dice el psicólogo – es una puta…
– Si, pero ¿qué puta? ¿Su hermana? ¿Su hija? ¿Su mujer? ¿O su puta madre?