Dora y Felix son dos gatos con mucha suerte. Fueron rescatados en una carretera de Nueva Gales del Sur, en Australia, y han podido sobrevivir sin perder la vista gracias a la cirugía. Ninguno de los dos tiene párpados.
Un artista callejero se las prometía muy felices cuando vio a un hombre bailando al ritmo de su música, pero las cosas no salieron tan bien como esperaba.