Pero en eso pasa una señora que le va a dejar flores a su marido y ve al borracho llorando, y se le acerca y le dice:
– ¿Familiar?
Y el borracho le contesta:
– ¡No, de a litro!
Entra un tipo a un bar y pide:
– Deme un vaso de whisky.
Y empieza a soltar puñetazos al aire como hacen los boxeadores cuando pelean con su sombra. El barman lo mira asombrado y no le hace caso. Al rato:
– Deme otro vaso de whisky.
Y continúa con el boxeo. Al rato:
– Otro, por favor.
Y sigue con el boxeo. El camarero tomándolo por loco, le pregunta:
– ¿Y? ¿Cuándo empieza la pelea?
– Cuando usted quiera, no tengo dinero.
Era una vez que un borrachito estaba arriba de un poste, y llega la policía y le dice:
– ¡Bájese de ahí!
Y el borrachito se baja y el policía le pregunta:
– ¿Quién es usted?
Y le contesta:
– ¿No se acuerda de mí?
Y le dice el policía:
– No, dígame quién es usted.
– Pero, ¿en serio que no se acuerda de mí?
– Ya le dije que no, dígame quién es.
– ¡Soy el mismo que estaba en el poste!
Este era un señor muy borracho, que ya se le había hecho costumbre llegar a su casa borrachísimo.
Su mujer muy enfadada le pone una trampa, se disfraza de Satanás y se esconde detrás de un sillón para asustarlo, el tipo llega, se sienta en el sillón, su mujer sale y empieza a dar de gritos, el sin inmutarse le contesta:
– ¡No me asustas, estoy casado con tu hermana!