Un cliente enfadado le dice al camarero Tomás:
-Camarero, este bistec de caballo está tan duro que no se puede cortar.
-Señor, es que el caballo se nos ha terminado: esto ya es el carro.
Un cliente enfadado le dice al camarero Tomás:
-Camarero, este bistec de caballo está tan duro que no se puede cortar.
-Señor, es que el caballo se nos ha terminado: esto ya es el carro.