Para mear y no echar gota

Bien es sabido que una causa de disputas e incluso divorcios en los matrimonios es la costumbre de los hombres de orinar parados y “regándolo” todo. Si sóis de los que mancháis y encima no os molestáis en limpiar lo que habéis ensuciado es que sois unos cerdos, pero eso es tema aparte. Dejándo esto a un lado, tambien podéis mear sentados, pero esto tiene el problema de que hay que dirigir la churra para que no toque la taza, y para que tampoco os salpiquéis.
Los japoneses, tan frikis en general y para el mear en partícular, han inventado y comercializado un idea para evitar esto:

Se trata ni mas ni menos, como se explica en el primer gráfico, de reducir la altura desde la que se orina, para evitar que sálpique.

¿Y cómo reducimos la altura? Pues como si estuviéras en misa rezando, pero con la chorra en la mano:

Y todavía venderán alguno

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