Falta una semana para la Navidad. La profesora observa a Ricardo y grita horrorizada al verle las orejas:
-Pero ¿adónde vas con esas orejas tan sucias? ¿Qué digo, sucias?, ¡sucísimas! ¿Cuándo fue la última vez que te las lavaste? Y Ricardo le responde:
-Hum… señorita… fue el verano pasado, ¡me acuerdo porque esa día comía sandía!